ATENCIÓN SANITARIA

La ampliación del hospital Royo Villanova va más allá

Los vecinos de la margen izquierda reclaman que la reforma vaya acompañada «sí o sí» por una mejora de los accesos y, sobre todo, de las frecuencias del transporte público

Un bus de la línea 29 a su paso por las calles de San Gregorio, en dirección al hospital Royo Villanova.

Un bus de la línea 29 a su paso por las calles de San Gregorio, en dirección al hospital Royo Villanova. / ANGEL DE CASTRO

Ana Lahoz

Ana Lahoz

El hospital Royo Villanova de Zaragoza ya tiene, al menos sobre el mapa, un proyecto de ampliación y de reforma que, aunque poco se sabe del mismo, contempla la rehabilitación integral del actual edificio y la construcción de uno nuevo en la arboleda situada al lado de la cafetería. Los vecinos de la margen izquierda, tras muchos años de reivindicación de esta obra, ven con buenos ojos que el Gobierno de Aragón se plantee ya abordar esta infraestructura sanitaria, pero van un paso más allá y apuntan a dos elementos «clave» que deberían acompañar «sí o sí» a la reforma del hospital: la mejora de los accesos y de las frecuencias del transporte público.

Desde el barrio rural de San Gregorio hasta La Jota, Arrabal, Actur, Barrio Jesús y Juslibol, todos sus portavoces vecinales coinciden en declaraciones a este diario que «no se puede concebir un hospital moderno y renovado sin unos accesos dignos» para los más de 200.000 usuarios a quienes le corresponde el Royo Villanova. Eso teniendo en cuenta la población de ahora, porque de cara al futuro todos advierten de que irá a más y, por tanto, «se debería diseñar un hospital acorde a la realidad de ese futuro, tanto en servicios como en el perfil del paciente», señalan los representantes vecinales.

En esta arboleda, al lado de la cafetería del Royo Villanova, se levantará el nuevo edificio.

En esta arboleda, al lado de la cafetería del Royo Villanova, se levantará el nuevo edificio. / ANGEL DE CASTRO

San Gregorio, sin duda, será el lugar donde mayores consecuencias directas tendrá la ampliación del centro. Aquí, a diario, soportan un «verdadero problema de tráfico» por la elevada cantidad de coches que transitan por sus calles. «El anuncio es positivo y es la mejor noticia que nos podían dar a la población, aunque tenía que haber llegado antes porque el problema viene de lejos. Sin embargo, no concebimos la reforma sin el desarrollo urbanístico de la zona y, para eso, hace falta que el Gobierno de Aragón y el ayuntamiento se pongan de acuerdo», explica José Antonio Hernández, alcalde de San Gregorio.

El flujo de tráfico en San Gregorio

El flujo de tráfico es tal que, diariamente, pasan por aquí entre 3.500 y 4.000 vehículos. «No es un problema de movilidad que generen los vecinos de San Gregorio, que estamos orgulloso de tener un hospital a 5 minutos, sino que son usuarios de fuera. No hay zonas para aparcar», detalla Hernández. El alcalde insiste en que los accesos al Royo Villanova «deben ampliarse y adecuarse» si se quiere aspirar a tener «un hospital de referencia». De hecho, afirma que el tercer acceso que se quiere crear (desde la rotonda de la MAZ hasta el Camino de los Molinos) «ya figura» en los planes del Ayuntamiento de Zaragoza. «La ampliación conllevará más servicios y, por tanto, más volumen de pacientes. Eso debe derivar en más frecuencias de autobús, en una ampliación del transporte público y en una reorganización de los recorridos porque sino San Gregorio se va a ver colapsado», apunta Hernández.

El hospital tiene dos accesos: por el Camino de los Molinos y por la rotonda de la MAZ.

El hospital tiene dos accesos: por el Camino de los Molinos y por la rotonda de la MAZ. / ANGEL DE CASTRO

En este sentido, Rafael Tejedor, presidente de la Asociación de Vecinos del Arrabal, aboga por «un plan de movilidad» en San Gregorio «de forma simultánea» a la remodelación del Royo Villanova. «Al hospital lo puedes dotar de más servicios y de más espacio, pero al final si no solucionas los dos problemas endémicos que tiene, el transporte público y el aparcamiento, no haces nada. Es algo que debe ir intrínseco con la obra», considera Tejedor.

"Es un lujo tener un hospital a 5 minutos, pero no con estos accesos. Tenemos a diario más de 3.500 vehículos por nuestras calles y poco aparcamiento», dice José Antonio Hernández, alcalde de San Gregorio.

Desde la asociación vecinal de Arrabal proponen ampliar la línea 1 del tranvía hasta el hospital y, mientras tanto, habilitar autobuses lanzadera que unan la parada de la avenida de la Academia Militar General con el centro sanitario. «La línea 50 no puede ser la única opción para todos los pacientes que viven, por ejemplo, en la zona de la carretera de Barcelona. Al final, con una frecuencia de 15 a 30 minutos, se acaba optando por el coche y, al llegar allí, es difícil aparcar», dice Tejedor. «¿Qué sentido tiene que los vecinos de Santa Isabel, que ven el hospital desde sus casas, tengan que dar una vuelta que ni en el Amazonas para llegar a él? Es absurdo», considera Tejedor.

Desde la rotonda de la MAZ se contempla un futuro acceso que conectaría con el Camino de Los Molinos.

Desde la rotonda de la MAZ se contempla un futuro acceso que conectaría con el Camino de Los Molinos. / ANGEL DE CASTRO

Desde Juslibol, su alcalde Miguel Ángel Velilla reivindica un hospital «en buenas condiciones» que «de verdad» sea la referencia de toda la margen izquierda. «Lo deben dotar de todas de especialidades y de recursos para que no pase como ahora, que vas a alguna prueba y te derivan al Servet. Cuantas más camas y más servicios, mejor, pero de calidad», dice Velilla. «Los edificios de salud tienen que estar en buenas condiciones. Lo que no es normal son los parches que se han ido poniendo en el Royo durante años. Esperamos que esto no sea una promesa electoral», señala.

Propuestas: un segundo hospital y un hospital geriátrico

Precisamente por ese contexto de elecciones, Alberto Andrés, de la Asociación de Vecinos Puente de Santiago, en el Actur, se muestra «muy escéptico» a la reforma del hospital. «En 2006 ya nos dijeron que tendríamos un nuevo centro de especialidades para 2020 y, años después, ahí sigue el cartel todavía», recuerda.

"Soy muy escéptico a la reforma del hospital. En 2006 ya nos dijeron que tendríamos un nuevo centro de especialidades para 2020 y, años después, ahí sigue el cartel todavía», dice Alberto Andrés, de la Asociación de Vecinos Puente Santiago.

«Si el Grande Covián se hubiera adecuado, el Royo Villanova no tendría los problemas que tiene ahora. Y, en medio de todo esto, nos encontramos con un convenio con la MAZ. Estamos decepcionados», señala. «Las conexiones son nulas y esa reforma de los accesos ya se podría haber planteado antes, pero el ayuntamiento no lo ha contemplado y sí ha consignado dinero para acceder al nuevo hospital de Quiron», indica Andrés.

"Venimos de perder servicios durante años y lo que no puede ser es tener que depender del Servet para ciertas cuestiones. Si hacen una reforma, que sea en condiciones", indica Raúl Gascón, de la Asociación de Vecinos del Barrio Jesús.

Los vecinos de la margen izquierda también consideran «fundamental» tener en cuenta el perfil de la población del Royo Villanova a la hora de diseñar los nuevos espacios. «Pensamos que sería buena idea dejar el edificio actual para una atención puramente geriátrica, ya que hay pacientes muy envejecidos y con varias patologías», plantea Juan Andrés, presidente de la Asociación de Vecinos de La Jota. Del mismo modo, desde este colectivo están «desilusionados» porque pensaban que se iba a plantear la construcción de un nuevo hospital. «Por volumen de población se estaría en condiciones de disponer de un segundo centro para la margen izquierda», señala Andrés, quien insiste en que las «comunicaciones son horrorosas».

La parada de autobuses que conectan con el Royo, en el Camino de Los Molinos.

La parada de autobuses que conectan con el Royo, en el Camino de Los Molinos. / ANGEL DE CASTRO

Raúl Gascón, presidente de la Asociación de Vecinos del Barrio Jesús, también piensa que «lo mejor» es la creación de un segundo hospital dado el crecimiento de usuarios en la zona. «Venimos de perder servicios durante años y lo que no puede ser es tener que depender del Servet para ciertas cuestiones. Si hacen una reforma, que sea en condiciones y si esta es la más rápida para mejorar la atención, adelante. Habrá picos de urgencias, porque eso es inevitable, pero lo que no pude ser es lo que pasa ahora», indica Gascón, quien espera «que se nos deje participar como usuarios» cuando se elabore el proyecto.

«Los servicios públicos en esta zona dejan mucho que desear y eso no se puede obviar a la hora de hacer esta obra sanitaria. Hay que pensar en una cobertura asistencial que tenga en cuenta tanto el perfil de paciente como el entorno», dice Gascón

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