El esfuerzo. Periodo 1987-1996

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  • El Esfuerzo Continuo.

  • Periodo 1987-1996.

  • ÁNGEL GIL ORTE (1986-1989).

  • Mª CARMEN AURE (1989-1991).

  • JOSÉ LUIS ESCRIBANO (1991-1996).


Tras un período de fuerte efervescencia de los movimientos asociativos vecinales y de la consolidación de la democracia en España, el acceso de la población a derechos hasta hace poco reprimidos, unido al vacío que muchos líderes vecinales dejaron en sus asociaciones vecinales (al pasar su actividad a la política de partidos), propició una desaceleración en las labores de lucha y reivindicación en el entorno vecinal.

Por otra parte, la sensación de haber conseguido algunos de los objetivos fundamentales, tan fuertemente reclamados, hizo que la población en general aletargara sus ansias de participar. Este período marca una segunda etapa muy clara dentro de la historia de los movimientos asociativos en general y de la Asociación de vecinos del Barrio Jesús en particular.

La consecuencia inmediata de dicha apatía fue que la Asociación, al igual que el barrio, perdió un poco de fuerza respecto a la ciudad de Zaragoza y, por lo tanto, ante la administración. Esta pérdida de fuerza, unida al cierre de la Estación del Norte y el consiguiente cierre de muchas de las empresas de la zona, originó un estado de semi-abandono en el barrio con notables faltas de inversiones públicas, tanto a nivel urbanístico como a nivel de equipamientos.

EL ESFUERZO.

La situación no pasó en absoluto desapercibida por los miembros de la Asociación de vecinos que, persistentes en su empeño de mejorar el barrio, siguieron tirando del carro de la Asociación y luchando para no perder lo que tanto esfuerzo había costado conseguir, pues se necesitaba un esfuerzo continuado para seguir con los objetivos.

Para ello también fueron necesarios ciertos cambios organizativos en el colectivo y tras diez años de Presidencia de José Pablo se produce una renovación en la Junta, entrando como Presidente Ángel Gil Orte.

Tras los primeros años de trabajo se habían conseguido cosas, pero también se iban perdiendo algunas fuerzas y personas por el camino. El apoyo de los vecinos tampoco terminaba de llegar, salvo en contadas ocasiones. Tanto es así que con objeto de racionalizar todo el esfuerzo invertido se paso de un método de trabajo, en el que “todos hacían de todo”, a una distribución por áreas en las que un miembro de la junta era el responsable de un ámbito de trabajo determinado, mejorando de esta forma la operatividad de la Asociación y exponiendo los avances o problemas encontrados en las reuniones semanales de la Asociación como punto de coordinación entre las diferentes áreas. Así comenzó el camino hacia la mayoría de edad de la Asociación.

URBANISMO.

El área de urbanismo ha sido siempre una de las más activas dentro de la Asociación debido principalmente a la capacidad de transformación, no solamente urbanística, sino social que suponen las modificaciones físicas del entorno.

En pleno debate de aprobación del plan parcial del polígono 51 (lo que hoy es la zona de Paseo Longares) la Asociación de vecinos centró sus esfuerzos en proponer y vigilar el reparto de los diferentes espacios con objeto de que no se perdiese ni un solo metro de terreno para equipamientos en el barrio. Una tarea ardua y complicada debida principalmente a la dedicación necesaria para poder obtener toda la información disponible sobre cesiones, permutas, distribuciones, etc.

La ordenación del suelo que había resultado tras la construcción del Colegio Hilarión Gimeno y la ampliación de su patio (utilizando una cesión de suelo de los Padres Franciscanos), dejó como resultado un callejón a la altura de las llamadas “las eléctricas” entre el CP Hilarión Gimeno y el campo de fútbol de los Franciscanos. La titularidad de los suelos del polígono 51 y las diferentes fases de actuación (distantes en el tiempo) jugó esta mala pasada en las obras de acondicionamiento, dejando esta angosta calle entre medio, en un principio sin posibilitar el acceso a las calles adyacentes y posteriormente quedando la calle mal acondicionada, con apenas luz, y que al cabo de pocos días se convirtió en “territorio comanche” dentro del barrio. A raíz de esta problemática tanto el colegio como la Asociación colaboraron de manera conjunta, realizando protestas dentro del barrio para pedir un buen acondicionamiento de la calle, de manera que pudiera ser usada sin preocupaciones por todos los vecinos del barrio.

En esta ocasión ocurrió algo similar a cuando se trató el tema del colector de SAICA. El barrio se echó a la calle en apoyo de la Asociación de vecinos y del Colegio Hilarión Gimeno consiguiendo el acondicionamiento de la calle meses después.

Otro de los puntos importantes fue la reparación del cuartel de San Lázaro y de sus accesos, ya que al quedar excluido de la operación cuarteles, su mantenimiento fue dejado de lado.

Particularmente intensa fue la problemática con las expropiaciones a las que tuvieron que hacer frente los vecinos que vivían junto al Puente de Hierro, motivadas por las obras de acondicionamiento que se iban a realizar en esa zona del barrio.

La Asociación trató en todo momento de hacerles llegar toda la información que se poseía y creó una comisión de trabajo para el seguimiento de las expropiaciones y de la situación de los afectados. Fue otro momento de unión vecinal en el que al final, no sin cesiones por todas las partes, se logró encontrar un resultado del agrado de la mayoría. Entre las mejoras propuestas, la construcción de una escalera que permitiera el acceso directo al puente por los vecinos de los bloques, evitando de este modo dar un rodeo por las calles del barrio.

El tratamiento de los solares abandonados, lucha continua para la Asociación y foco perpetuo de problemas e insalubridad, fue una constante durante este período. Algunos vecinos arrojaban basuras a dichos solares incrementando el ya notable deterioro en los mismos. La situación resultó tan insostenible que la Asociación se planteó seriamente tomar medidas con los vecinos que tan insensiblemente usaban dichos solares como vertedero particular.

A primeros de los noventa comienza a surgir dentro del barrio cierta inquietud con respecto a su futuro desarrollo. Esta preocupación no solamente afectaba a la distribución urbanística de los edificios, sino que abarcaba tanto la generación de nuevos viales como las rutas de transporte público, los equipamientos, etc. Las tremendas expectativas de crecimiento de la zona, una vez hecha pública la reordenación del polígono 51, llegaron de la mano del temor a la especulación desmedida con los terrenos existentes en el barrio. 1.000 nuevas viviendas en el barrio supondrían un importante crecimiento de población y por lo tanto una mayor demanda de servicios básicos; educación, sanidad, etc.

La Asociación, consciente del problema que el futuro urbanístico auguraba, se puso manos a la obra de inmediato, solicitando para ello al Ayuntamiento diversas obras de acondicionamiento, reformas en las calles del barrio, plazas de aparcamiento, mejoras en los colegios, ampliación del centro de salud, etc., obras que en los años venideros la Asociación seguirá reclamando fervientemente a la administración y que tardarán muchos años en llegar. En algunas de ellas habrá que esperar al análisis de la última etapa para poder verlas concluidas.

RIBERAS.

La remodelación de las riberas del Ebro, en el tramo que corresponde al Barrio Jesús, viene sufriendo un proceso de maduración desde hace 15 años. En 1993 el ayuntamiento de Zaragoza aprobó este plan para reformar y acondicionar las riberas del río, y la Asociación, como no podía ser de otro modo, se volcó en la interpretación del proyecto y en la vigilancia del mismo, puesto que se temía que el nuevo proyecto incluyese un trazado calcado al de Echegaray y Caballero, pero por la margen izquierda.

Esta propuesta de vial lineal de gran amplitud, chocaba con la imagen que la Asociación pretendía de la Ribera del Ebro, una imagen accesible y que sirviese como corredor verde a lo largo de todo el cauce.

La primera exposición de las propuestas municipales no cumplía con ninguna de las prescripciones que la Asociación defendía, hecho que ocasiono diferentes manifestaciones y concentraciones que, en algunos casos, tuvieron el puente de hierro como escenario.

La Asociación mantenía firmemente el criterio de reducir al mínimo el impacto previsto por la actuación en las riberas y no aceptó en ningún caso la propuesta de 4 carriles de circulación, 2 en cada sentido, que barajaba el proyecto. El acuerdo se veía lejano y las protestas y reuniones se repitieron a lo largo de mucho tiempo apoyadas también por diferentes organizaciones naturalistas, ecologistas y por la Federación de Barrios, que demostraron gran implicación con la problemática generada.

Por otra parte la ribera en la mayoría de sus tramos continuaba pendiente de una remodelación que favoreciese el uso ciudadano de la misma.

MEDIO AMBIENTE.

En 1992 resurgen las movilizaciones relacionados con el tema Saica, aunque de menor importancia que las de hace ya algunos años, tras unas obras de acondicionamiento de calzadas en el mismo lugar donde años atrás se había construido el colector que llevaba los residuos de Saica protegidos del aire subterráneamente hasta el río.

Parece que tras esas obras realizadas se rompió algún precinto de los establecidos por la empresa en el colector, o en alguna de sus alcantarillas, generando de esta manera malos olores en el barrio, al entrar parte de residuos en descomposición debido a su contacto con el aire.

Este hecho produjo nuevas movilizaciones para conseguir un total sellado de los residuos y de las alcantarillas con el objeto de que no se produjeran más olores dentro del barrio y se mantuviera lo acordado con SAICA años atrás, cuando se realizaron las obras del colector. El asunto generó gran inquietud vecinal, hasta que al final se consiguió alcanzar un acuerdo para la rotulación de alcantarillas.

EQUIPAMIENTOS E INFRAESTRUCTURAS.

La mejora y ampliación de las infraestructuras que conectan el Barrio Jesús con la margen derecha de Zaragoza también fue una fuente constante de preocupación por parte de la Asociación de Vecinos.

Por un lado, en 1991 se acomete una nueva reforma del Puente de Piedra, pudiendo hacer de esta manera un uso peatonal del puente acercando de esta manera la ciudad y a nuestro barrio, además se le añaden los cuatro leones de bronce. Los leones, símbolo de la ciudad, recuerdan a cuatro leones que adornaban el puente hasta principios del siglo XX, cuando se retiraron para ensanchar la calzada.

Por otro lado, como ejemplo de infraestructura de gran envergadura de la época, se dio el visto bueno a la ampliación del Puente de Hierro. El llamado “abrazo del Ebro”, nombrado así por su peculiar manera de rodear el Puente de Hierro, suponía la creación de dos carriles más uno para cada dirección que servirían para conectar el barrio con la ciudad, al mismo tiempo que permitirían el uso del antiguo puente de manera peatonal, algo ampliamente reclamado desde el movimiento vecinal y por los vecinos del barrio debido a las grandes congestiones de tráfico que se ocasionaban.

Un ejemplo de infraestructura de gran envergadura de la época, fue el visto bueno a la ampliación del Puente de Hierro. La realización de las obras del llamado abrazo del Ebro propiciaron una mejor comunicación entre la margen izquierda y margen derecha de la ciudad.

EDUCACIÓN / CULTURA.

En materia de educación destacan en estos años las colaboraciones con los colegios de la Zona, como el Colegio la Purísima, al que se invita a su consejo escolar a participar en la Junta de Distrito para tratar unos pequeños problemas que afectaban a sus estudiantes y padres, así como también la colaboración con el APA del Colegio Público Hilarión Gimeno, que pasaba por momentos de dificultades y con el que se estableció un compromiso de apoyo mutuo dentro del barrio.

SERVICIOS SOCIO-CULTURALES.

Mientras iban avanzando los años, desde la Asociación de vecinos se seguían manteniendo los diversos servicios que se ofrecían para los vecinos: club para la tercera edad, excursiones, préstamo del local de la Asociación para varias actividades: reuniones de comunidades de vecinos etc.

Dada la escasez de espacio en el local de la Asociación, se realizó una pequeña obra de mejora en el local cambiando la configuración interior para un mejor aprovechamiento de éste.

Aun con todo, estaba claro que la Asociación se quedaba muy pequeña para dar cabida a las actividades que se desarrollaban. Una de las principales preocupaciones que ocasionaba la falta de espacio era la de no poder dar un servicio digno a los mayores del barrio.

En este sentido, la Asociación decidió reclamar un centro de la tercera edad para que se pudieran reunir nuestros mayores. Eso sí, manteniendo el servicio que ya existía en los locales de la Asociación, pero con idea de ofrecerles a los vecinos un mejor lugar para sus reuniones vespertinas. Centro de tercera edad, que tardaría algunos años en llegar todavía, pero que la Asociación de vecinos siguió reivindicando año tras año.

Entre las muchas carencias del Barrio, las que afectaban a los jóvenes eran de las más evidentes. La ausencia de espacios de reunión y participación en el barrio motivó que la Asociación de vecinos promocionase la creación de asociaciones juveniles con la clara intención de eliminar la “calle” como espacio de encuentro para los jóvenes Se creó una sección dedicada exclusivamente a los jóvenes, que funcionó durante unos años y que realizaba varias actividades de todo tipo, dirigidas tanto a público joven como para los más mayores, todo ello tratando de trabajar para dar un mayor dinamismo al barrio y fomentar la participación y la renovación en la propia Asociación.

TRANSPORTE PÚBLICO / MOVILIDAD.

Es a finales de los 80 y principios de los 90 cuando el barrio comienza a tomar conciencia, tras alguna eliminación de paradas de autobuses o cambios en los recorridos, de la necesidad de mejorar frecuencias de los autobuses y de los recorridos que afectan al barrio junto con el acondicionamiento de sus paradas. La Asociación de vecinos se hace eco de este sentir y comienza a incluir en su orden del día el transporte como tema prioritario, reclamando en los diferentes foros en los que participa un mejor transporte público para el barrio.

La larga lista de mejoras comenzaría por la modificación del recorrido del autobús 32, modificación que se consiguió tomando un recorrido más parecido al que realiza en la actualidad y proporcionando un mejor servicio al barrio.

También se consiguió la mejora en las frecuencias de las líneas de autobuses y la dotación para las paradas más importantes del barrio de marquesinas que hasta entonces apenas estaban instaladas.

SEGURIDAD CIUDADANA.

A lo largo de esta temporada se detectaron bastantes casos de inseguridad ciudadana, robos, atracos tanto a tiendas como a personas, delitos que los vecinos pusieron en conocimiento de la Asociación y que fueron gestionados desde la Junta de Distrito con los responsables de las comisarías de la zona para que se aumentase la vigilancia en el barrio.

La convivencia con distintas minorías étnicas no integradas generaba algunas preocupaciones entre los vecinos. La Asociación consciente del problema, creó un grupo de trabajo que realizase un seguimiento de las relaciones entre los vecinos y dichas minorías, con el objetivo de mediar cuando fuera posible y de esa forma de evitar conflictos graves.

FESTEJOS.

Durante esta etapa se quiso desvincular la organización de las fiestas del barrio del funcionamiento de la Asociación de vecinos creando una comisión de fiestas independiente que gestionara las fiestas del barrio y otros actos que se pudieran realizar. El intento vino justificado por la necesidad de implicar a mayor número de vecinos del barrio en las actividades que se realizaban, no solamente en su disfrute, sino en su recuperación

Desgraciadamente, la participación de los vecinos fue escasa y nuevamente los miembros de la junta de la Asociación tuvieron que dedicar tiempo, además de a sus tareas cotidianas, laborales y familiares, a preparar las fiestas para el barrio

Además de las fiestas del barrio, la Asociación siguió celebrando fechas importantes como son la de San Valero, el cinco de marzo o las Navidades, para las que incluso se montaron durante algunos años desfiles de carrozas y reparto de juguetes por los Reyes Magos.

No nos olvidamos tampoco de las fiestas del Pilar, para las que la Asociación de Vecinos incluso organizó su propio grupo para participar en la Ofrenda de Flores.

EL BARRIO, LA CIUDAD.

La Asociación de vecinos, con sus propuestas y su capacidad de transformación, intervino en asuntos que afectaban también al resto de la ciudad. En Mayo de 1986 de da el pistoletazo de salida desde el ayuntamiento de Zaragoza del Plan General de Ordenación Urbana encargado de regular la situación urbanística y el futuro urbanístico de Zaragoza Capital. Desde la participación en la FABZ (Federación de Barrios de Zaragoza) se realizó un seguimiento del plan y se aportaron alegaciones para su modificación.

Estas alegaciones incluyeron buena parte de lo ya trabajado por la Asociación en el plan parcial del polígono 51, sobre el que la Asociación siempre había tenido un especial interés.

Los Primeros Años. Periodo 1977-1986 La Madurez. Periodo 1997-2006

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